En la actualidad en el mundo, la medicina esta sesgada por factores determinantes, una de las áreas más afectadas es la perinatología, la obstetricia y la neonatología; factores como la medicina privada, el mayor nivel económico de las mujeres embarazadas, el interés económico del personal de salud, y el ánimo de controlar el día del nacimiento, condicionan los resultados.
Controlar el día del nacimiento está a elección de la embarazada y más frecuentemente por el médico privado inductor y facilitador.
Así como resultado se planifica en complicidad o no, las llamadas cesáreas selectivas, arbitrarias o “a demanda”.
El médico sabe muy bien cómo justificarse cuando realiza estos procedimientos arbitrarios para obtener mayores aranceles. Se dibujan las historias clínicas a conveniencia, son expertos facturadores.
Tener a una paciente internada más días, e incrementar las posibilidades que se interne su recién nacido (nacido por una cesárea injustificada), con acuerdo del pediatra son actividades rutinarias; habitualmente siempre se paga más arancel por un procedimiento quirúrgico, que por un parto normal.
Siempre aunque no lo tenga se le inventa alguna enfermedad al Recién nacido, tendiendo a justificar el pedido de estudios como: Ecografía, laboratorio, electrocardiogramas, Rx., debe ser rentable.
Una picardía utilizada con los padres primerizos es: “Asustarlos con lo que puede pasar”, y lograr así su voluntad, los más jóvenes fácilmente sugestionables, se transforman en aduladores de lo “fashion” de la medicina, siendo en realidad solo padres ansiosos que necesitan contención y se los utilizan para ganar dinero.
La ausencia de “auditorías médicas desinteresadas”, garantiza estos procedimientos de conveniencia, lográndose cada vez más primíparas con cesáreas, que van en un futuro próximo a justificar otra cesárea.
La OMS1, menciona que el conjunto de evidencias presentado en un trabajo respalda la hipótesis de que cuando la tasa de cesáreas sobrepasa mucho el valor de 15%, los riesgos para la salud reproductiva comienzan a sobrepasar los beneficios. Por lo tanto debería superarse esta proporción en relación a la cantidad de nacimientos.
El “National Institutes of Health” ha recomendado reducir el ascenso sostenido de la cesárea antes que los jueces lo obliguen por dispositivos legales.
La ética se incorporó a la medicina desde su inicio hipocrático y la ética clásica era médica en el sentido de que se basaba en la naturaleza, la fisiología y la biología. Este vínculo entre medicina y ética continúa existiendo en la medicina científica contemporánea. Así los profesionales de la medicina actual después de un largo trayecto ya deberían tener incorporada a la ética en su trabajo y a la vocación en su acción.
El término profesional viene del verbo “profiteor, profiteri, professus”, que significa voto público, hacer una promesa pública, declarar públicamente un compromiso por el bien de otros. Un profesional es alguien que asume un compromiso público por el bien de otros para “bene facere”, para beneficencia. Las tres profesiones históricas en la civilización occidental eran el sacerdocio, la abogacía y la medicina.
La reflexión en la vocación de la actividad médica nos hace interpretar esta actividad de la “ Cesárea por conveniencia” como el antónimo de lo que fue y representa el Dr. Esteban Laureano Maradona.
“Está en nosotros “darnos cuenta”, cuando en cada acto médico se cometen estos atropellos a la razón, a nuestros derechos y a la justicia amparándose en ocasiones en la impunidad.
Bibliografía
http://www.scielosp.org/scielo.php?pid=S1020-49892007000300008&script=sci_arttext
http://sisbib.unmsm.edu.pe/BVRevistas/ginecologia/vol_39n17/incidencia_cesaria.htm
http://new.paho.org/chi/index.php?gid=24&option=com_docman&task=doc_download
http://www.argentinidad.com/info/biografias/drmaradona.htm
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